Es difícil definir el término sequía porque tiene distintos significados en distintas regiones del mundo. Como sabes existen climas muy diferentes con características distintas y, como podrás imaginar, una sequía no significa lo mismo para todos ellos. En una zona árida debe haber un periodo realmente largo para ser considerado una sequía, y en cambio, en un bosque tropical, seis días sin lluvia ya puede ser considerados como una sequía.
La definición de sequía depende pues del lugar de la Tierra en que nos encontremos, pero, ¿es eso suficiente? En realidad no, la definición de sequía también depende de la demanda de agua que haya en la zona, si es que hay alguna demanda. Piénsalo, si hablamos de una zona donde nadie usa el agua y ocurre un periodo de sequía...¿podemos decir realmente que ha habido una sequía? Ha habido una sequía, claramente porque los niveles de precipitación han sido más bajos de lo normal, pero esta reducción no ha afectado a nadie. Por otro lado puede haber un reducción de precipitación en una zona con mucha población y donde la agricultura está muy extendida...por supuesto que diríamos que aquí ha habido una sequía, y las consecuencias serían peores que en el primer caso, porque aquí hay una necesidad de agua para los humanos y para los cultivos
Cualquiera que sea la definición final, lo que está claro, es que la sequía no es sólo una cosa física, ya que no sólo depende de cuánto llueva, sino también de cuánta agua es necesaria para cubrir las necesidades básicas. La presencia de seres humanos hace que los impactos de las sequías sean mucho mayores y las sequías más recientes en el mundo han dejado claro que los humanos somos tremendamente vulnerables a este “riesgo natural”.
De acuerdo con esto podemos entender por qué algunas zonas son más vulnerables a la sequía que otras (dependiendo del clima de la zona, el tipo de agricultura que exista, cómo se maneja el agua, si está embalsada o no, si hay buenas canalizaciones o no...)
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