Producción de alimentos. Nuestra alimentación está basada en la producción de cultivos. Comemos plantas directamente (el pan hecho de trigo, arroz, patatas, verduras o frutas) e indirectamente (comemos animales que a su vez se han alimentado de plantas). Todas las plantas dependen de la temperatura y la luz de los lugares donde crecen. En Asia, por ejemplo, hemos visto ya que es el lugar donde se produce más arroz en el mundo, y es la alimentación básica de la población. Si el Sur de Asia se vuelve demasido caluroso para la producción de arroz, mucha gente correrá el riesgo de sufrir malnutrición y el impacto sobre la salud humana sería muy importante.
Recursos hídricos. De la lluvia depende directamente la cantidad de agua que podemos encontrar en los ríos y los lagos y de la temperatura depende cuánta agua se evapora y cómo la usamos (cuando hace calor bebemos más y nos gusta bañarnos). La cantidad de agua disponible es importantísima para los humanos, pero también para los ecosistemas y hay muchas zonas del mundo que sufren la falta de agua hoy en día.
Economía. Casi todos los sectores de la economía dependen del clima de una forma u otra. Un ejemplo muy claro son las estaciones de esquí. Los esquiadores que disfrutan en los Alpes pueden encontrar que las condiciones de la nieve cambien y no podrán esquiar allí más. También si hace más calor hará falta mucha más energía para los aires acondicionados en todo el mundo.